Ayer, respondiendo al pedido de una angustiada madre fui al Hospital Argerich a donar sangre.
Me encontré con su hijo frente al consultorio de hemoterapia. El tipo tendrá unos cincuenta años, pero parecía de sesenta, tratamiento oncológico mediante.
Me dieron un cuestionario y un cartón con un número: 17.
Me puse a pensar, después de llenar el cuestionario, en el número. "La desgracia", recordé, en el universo de la quiniela.
Muy apropiado para la situación, supuse.
Cuando me llamaron, se mostraron muy interesados en una pregunta del cuestionario referida a mi hígado. Porque resulta que tengo un defectito: el Síndrome de Gilbert.
Cuando salí y le tuve que explicar al tipo que no me habían querido sacar sangre, pude ver a alguien verdaderamente enojado con la vida.
Y eso que no le conté lo del numerito.
3 comments:
Recordé otra circunstancia de embarazada, ahora que mi abuela está internada y había que donar sangre, no me dejaron...
Ahora se que a vos tampoco te puedo llamar!
Recordé otra circunstancia de embarazada, ahora que mi abuela está internada y había que donar sangre, no me dejaron...
Ahora se que a vos tampoco te puedo llamar!
Creo que tengo algo de eso de Gilbert, al menos mi bilirrubina está medio alta. No sabía que me excluía de la lista de donantes... en fin
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